Leer Miembros fantasma es como leer un trozo de nuestras vidas. Al menos de las vidas de una cierta parte de la población teóricamente alejada de lo convencional. Un pedazo de unas vidas que casi siempre son muy diferentes a las de nuestros padres (pero de cuyas ideas y vivencias no podemos librarnos del todo, como un fantasma –o un miembro fantasma- que nos persiguiera); ese conflicto, ese espejo de opuestos entre nuestra “personalidad actual” y “la forma en que nos hemos educado” causa gran parte de los problemas a los que nos enfrentamos: el conflicto entre lo que somos y lo que subconscientemente pensamos que deberíamos ser; entre cómo nos habían dicho que iba a ser la vida y cómo es la vida que nosotros mismos –y nuestro entorno- vamos dibujando. AQUÍ LA CRÍTICA COMPLETA