traspasa[Columna publicada en Viva Málaga] Ya solo quedamos 5.000 vecinos en el Centro, un dato muy alejado de los 12.000 con los que comenzamos la democracia y cerca de un 9% menos que hace siete años. La cifra, a buen seguro, seguirá cayendo: los bares enfocados al turismo han crecido en el Centro un 84% desde 2011 a 2014 (de 118 a 218); el Centro acumula hoy 409 terrazas, el 40% de las autorizadas en toda la ciudad. El OMAU ya ha alertado del riesgo de convertir el Centro en «una ciudad de cartón piedra» si no hay vecinos. Pero la cosa va a más: en 2014 contábamos 218 establecimientos de comida rápida y tapas (100 más que en 2011) y 600 locales hosteleros donde antes había 465. Por si fuera poco, hace unos meses los hosteleros solicitaron a la Junta una ampliación de horario, en la práctica para que fuera ilimitado. El fin de la renta antigua ha multiplicado los precios de los alquileres de locales por cuatro o por cinco, lo que ya ha provocado el cierre de multitud de negocios, sustituidos por franquicias. Muchas de las calles y plazas del Centro son ahora embudos para los peatones, que ven las calzadas ocupadas por terrazas y los consiguientes ruidos hasta altas horas de la noche.

¿Dónde quedamos las vecinas en todo esto? El alcalde, responsable último de esta política depredadora, está en blanco y apela a vaguedades: «Equilibrio y sentido común», es la última, sin que hasta la fecha haya puesto el más mínimo freno a esta situación. Es ya preocupante la falta de reflejos que De la Torre viene arrastrando toda la legislatura, pero lo cierto es que haber convertido el Centro en un decorado, nada apto para sus habitantes, entraña un problema de fondo: el PP no tiene un modelo de ciudad, como decía hace poco Ysabel Torralbo, portavoz de Málaga Ahora en el Ayuntamiento. Ya son muchas las voces que piden una moratoria para la licencias de terrazas en el centro. Falta que De la Torre despierte y diga si quiere una Málaga para las personas.