Ricardo Senabre, en El Cultural de El Mundo, no encuentra una sola virtud a Grietas: mal escrita, mal construida, políticamente ininteligible (esto era más que previsible), y así. Por su parte, Luis Matías López, en Público, ensalza la novela y, desde luego, aparte de méritos literarios, destaca ya desde el título el trasfondo político y poco convencional. Por si quedaba alguna duda, estos dos ejemplos ilustran a la perfección a quiénes va a gustar Grietas.