«La historia está contada por un narrador anónimo que representa a parte de esta juventud y que ofrece además algunas características propias de muchos de estos jóvenes: escritor en ciernes, alterna el paro con el desempeño de trabajos temporales (por lo tanto, acostumbrado a vivir el presente), padre soltero a la fuerza, comprometido con los movimientos sociales de indignados y de protesta anti-desahucio, intelectualmente preparado y con una irresistible costumbre de analizarlo todo hasta la extenuación, sobre todo las relaciones humanas, familiares y sentimentales. Como fiel reflejo de una realidad social y de una juventud decepcionada y desilusionada pero con ganas también de cambiar las cosas, la novela se merece un diez. Primer punto a su favor». [AQUÍ CRÍTICA COMPLETA]